Pues pasaba yo por aquí y me dije, voy a saludar.... ( y de paso les endiño una batallita y esas cosas...)
Sabéis ya de mi afición a salir por el campo, o a sitios que me llamen la atención, en cualquier momento y sin motivo concreto... Disfruto de esos ratos de relax, de distracción, pues lo que veo -en realidad, aquello que me paro a mirar-, me abstrae de lo cotidiano. Por lo general, llamaré a estos ratos que disfruto en solitario "paseos" y serán visitas, salidas o viajes aquellos en que comparto con mi gente las cosas.
Pues en este paseo, en una tarde cualquiera, me decidí a salir con el coche porque:
1).- Me estaba ya aburriendo soberanamente encerrado en el piso y
2).- La tarde era especialmente agradable en cuanto a temperatura y luz...
y me pareció un crimen que, apeteciéndome, no aprovechara para airearme... Así que mano a la cámara y a la montaña...
Empecé a salir de las carreteras en la población de Claramunt, ya que el asfalto no es mi terreno favorito, sin por ello menospreciar lo lejos y bién que te lleva... Lógicamente, llama la atención de cualquiera que pase la silueta del Castillo de Claramunt:
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Foto del autor: Castell de Claramunt
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Esta fortaleza se cita ya en algunos documentos del año 978, con lo cual nos encontramos de nuevo ante un vestigio de más de 1000 años... Ha sido reconstruido en varias ocasiones, siendo su mayor destrucción la sucedida en el s. XV y otra, notable pero menor, en el s. XVIII. No obstante, siempre fué de nuevo levantado.
Destaca en él la torre poligonal, en el primero de los dos recintos que lo componen.
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Foto del autor: Centinela de la cuenca del Rio Odena y de
varios municipios, el castillo es visible sobre el cerro a
muchos kilómetros. |
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Foto del autor: Torre principal, de planta poligonal |
No obstante, no es el castillo el eje de la pequeña excursión que realizo... Por desgracia, permanece cerrado salvo horarios y épocas marcadas, o bién bajo visita concertada.
Para aquellos que queráis saber algo mas de esta fortaleza, que sirvió de avanzada ya en tiempos de la Reconquista, os dejo este enlace:
Así que tras mi poco recomendable costumbre de fumarme un cigarro observando el edificio desde el pié de la colina y de mi habitual abstracción buscando una esencia, una impresión de lo que fué y de lo que nos llega, seguí camino, reposado y confiado, pués el camino que seguía, aún era conocido.
Un día que me sienta responsable (y dispuesto a aburriros sobremanera) tendremos que hablar de que salir en solitario al monte, escogiendo caminos al azar y pese a que sea en zonas próximas a poblaciones y poco remotas, no es aconsejable sin unas minimas precauciones, que al final son hábito y te permiten ir tranquilo.
Como os comentaba, seguí una pista de tierra en buen estado por la que ya he pasado a menudo, pero también sabía que a pocos kilómetros me iba a llevar a carretera asfaltada de nuevo, cosa que no me apetecia. La tarde era agradable en extremo y me apetecía deambular. La luz, a medida que el sol descendía, se volvia más dorada y el paisaje, silencioso y tranquilo, invitaba a ver que había tras el próximo recodo... Empecé pues a escoger caminos que me llevaran en dirección a Orpí, pueblo de la zona, esquivando nucleos de población y vias transitadas... Es algo que con un GPS y la cartografía adecuada proporciona un gran placer, al buscar las rutas según aparecen las encrucijadas, adivinar en que dirección avanzar y retroceder si no concuerda el camino, o si este se cierra. A esto le llamamos "navegar" y es divertido y gratificante tanto si llegas como si no al objetivo que te marcas... y te procura bastantes aventuras a veces...
El caso es que sin proponermelo, poco a poco fuí buscando los detalles, los colores que se me ofrecian... Y la afición que tengo a fotografiar, esta vez, se orientó a las pequeñas cosas, más que a los paisajes...
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Foto del autor: colores puros |
En los días anteriores había llovido, con lo que el campo, la vegetación, aparecían limpios de polvo... Este año ha sido generoso en lluvias y el paso del verano no ha disminuido el verdor ni agostado la vegetación....
Esta limpieza del aire, de las plantas, mezclado con la luz reinante, daba unos colores limpios, puros y una claridad en el ambiente poco común.
(Debo aquí decir que las imágenes que os adjunto, al ser reducidas por tamaño de la página, pierden algo de fuerza y mucho de detalle... Si pincháis sobre ellas, estas se agrandan, pero para volver a la entrada no déis a salir, si no a "página atras" o saldréis del blog)
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Foto del autor: Contraluz |
Los árboles, pinos en este caso, sombreaban en ocasiones el camino... Por cierto, ¿cuanto hace que no acaricias la corteza de un árbol, en silencio, soledad y respeto?
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Foto del autor: Tonos de color verde, ¿infinitos?
Todos están en una hoja. Una sobre otra, contra el sol. |
La luz, que no podré parar de mencionar en esta ocasión, pues guiaba a la mirada en cada juego de sombras, ofrecía por momentos grandes contrastes... Sombras pronunciadas y rayos brillantes... Oscuridad y luz no son opuestos, no hay porqué elegir entre ellos, así que nunca más deberíamos asustarnos de las sombras, que no esconden monstruos, si no contraste.
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Foto del autor: estalla la vida a poco que no se lo impidamos. |
Realmente, a medida que avanzaba por los senderos, cada vez mas estrechos, descubría pequeñas maravillas que si bien, son comunes, merecen a veces mirar dos veces... Entonces ves, como en estas flores, que tienen todas las cosas mas detalles de los que normalmente apreciamos...
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Foto del autor |
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Foto del autor |
Bien, no sé, quizás es dificil transmitir que aunque la montaña estaba llena de estas flores, era dificil escoger cual era mas digna de ser recordada, y desde luego, mi criterio es más que discutible. Cada uno aprecia cosas diferentes y en grados diferentes, y a mí la diversidad de la vida, el jardín que es la naturaleza, no dejará de asombrarme y llenarme de maravilla...
Por ejemplo, cuando pasamos por un camino, vemos y apreciamos la belleza global, el ambiente... Si a veces nos permitimos un segundo vistazo, -cuando nos apetezca, porqué no es coherente ni adecuado ir todo el dia de detallista romántico- a veces vemos mas cosas. Este árbol que ahora os muestro, al paso, asemeja sólo un pino mas... ¿Déjais que os invite a verlo dos veces? Mirad la simetría que ofrece en cada bifurcación, lo majestuoso que se vuelve al estar apartado del bosque... Bueno, insisto una vez más... a mi me gusta, pero no es obligado eh?
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Foto del autor: Si te pierdes en el ramaje, este vulgar pino pasa a ser casi zen. |
Soy un enamorado del mundo, de la vida, de la diversidad... Si insisto en los detalles, no penséis que no entiendo otros puntos de vista, es sólo mi forma de ser, que habrá a quién parezca excesivamente "cursi" o extremada.
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Foto del autor: Me llamó la atención el dorado de las hojas de este álamo. |
Como suele ocurrir, lo que era una pista ancha que seguir, si no sigues el camino más marcado, acaban siendo pasos estrechos... Había algo de barro pero en esta ocasión, no fué dificil el camino.
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Foto del autor: Siguiendo caminos... |
Cada uno tiene su estación del año preferida, pero a mi me cuesta mucho decantarme... Los colores del otoño, antes del frio y los cambios que trae, el recogimiento que precede al invierno, no son nada que se pueda desdeñar... Esta que sigue, es la imagen del plumero de una simple y común caña...
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Foto del autor. |
Y mientras, algunas plantas preparan ya sus simientes para la primavera que ahora, parece aún lejana...
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Foto del autor |
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Foto del autor: Destaca el color de las simientes, perdidas ya las hojas. |
En una hondonada, parecía que la noche ya había llegado, pero no era mas que otro de los ambientes que a cada recodo, vas encontrando...
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Foto del autor: juego de luces |
El pueblo de Orpí no es mas que un pequeño grupo de casas y masias... A partir de aquí debía remontar una pequeña cadena de montes, buscando la dirección hacia casa. Me orienté buscando en el mapa el pueblo de Capellades y elegí el camino que parecía avanzar en esa dirección... Al llegar a la cima, se presentaron estas imagenes, pués estaba llegando a la ladera sur y los rayos del sol iluminaban aún con fuerza.
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Foto del autor: Ruinas de una masía, casa de campo, abandonada... Estas ruinas
hablan de una forma de vida dura, aislada y en contacto y dependencia del entorno y de la tierra. |
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Foto del autor: Aún se cultivan muchos de los campos de esas antiguas casas. |
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Foto del autor: La luz da otro aspecto a los colores. |
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Foto del autor: De lo mas cercano hasta el horizonte... |
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Foto del autor: los tonos del otoño. |
Ya no faltaba mucho para llegar a casa... los rayos del sol se inclinaban y la temperatura ya iba en descenso... La pista que seguía iniciaba un descenso entre bosques de pino y algunas encinas que, salvo imprevistos, me llevaría a una carretera.
Aún pude encontrar algunos muros, con siglos a su espalda, de las casas que abundaban en otras épocas.. Masias que hoy devuelven a la vegetación el sitio que un dia le usurparon.
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Foto del autor: Ruinas centenarias. |
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Foto del autor: recortadas sobre la montaña de Montserat, el bosque oculta las ruinas
de una casa, de una historia... |
La luz se vuelve ocre, señal del próximo ocaso, y aún podemos apreciar los tonos marrones, rojizos, entre el verde...
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Foto del autor |
Y en el tronco, dañado, aprovechando la bonanza del clima, los últimos brotes de este año se empeñan en ser ramas del que viene...
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Foto del autor: deseemos suerte a cada brote, no todos llegarán a la copa. |
Ahora sí... ya diviso a traves de los claros la montaña de Montserrat plenamente y eso indica que empiezo la última bajada del día, hacia la confluencia de dos comarcas: Anoia y Penedés. Ricas en viñas, se producen vinos y cavas excelentes. La vendimia ya acabó y los campos restan sin actividad.
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Foto del autor: Montserrat sobre el Anoia y el Penedés. |
Llegados al llano y retomada la carretera, (asfalto bajo las ruedas) los campos de cultivo y las montañas también se visten de otoño...
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Foto del autor: Viñas, tierra y montañas, al atardecer y en la quietud, ´
hablan y serenan el espiritu... |
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Foto del autor. |
Es hora de ir cerrando esta entrada, las horas han pasado y el espacio abierto, el lento atardecer y los detalles, dentro del conjunto, han serenado el ritmo que al salir, llevaba... Cierta melancolía asalta siempre al ánimo del que en solitario recorre, cerca o lejos, caminos y senderos... En la última parada al lado de los campos, sonrío y pienso que me falta para rematar el dia, un alma gemela que entienda y con quien, en una mirada, comparta la salida y la paz que ahora reina... Si el alma gemela es bonita, de largo pelo y la mirada acaba en abrazo, no me quejaré, lo prometo.
Acabaré esta entrada, -tostonazo de los mios-, con una imagen de los últimos rayos de sol sobre la zona de "Les Agulles" (las agujas) de Montserrat, rojas al reflejo del dia que se acaba... Hora de refugiarse.
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Foto del autor: Les agulles, al final del día. |
Al margen de todo, de como cada uno aprecie estas cosas que aún tenemos cerca y a mano... A pesar de que el sentimiento que en cada uno despierte sea mas o menos profundo... Contra todo criterio, esto, un bosque común en una zona ordinaria, es un milagro, un tesoro, una riqueza material y espiritual sin la que, ni el más escéptico de los humanos, podría llevar una vida plena y digna...
Todo ello esta peligro, está desapareciendo, se está degradando y es cada dia, -dia a dia-, mas escaso...
Esta tarde me evadí y disfruté, pero no pude escapar de la sociedad equivocada. Haced lo que podáis, sólo difundir el mensaje, y pasear un día por los montes de tu tierra, servirá para algo.
Así y todo, feliz sueño gente.