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domingo, 8 de abril de 2012

Santa Maria de Vallsanta, un monasterio y sus incognitas...

Hola amigos...

El otro día, sin venir mucho al caso, os hablé de pasada sobre un monasterio en el que pase un par de horas no hace muchos días... Bueno, en realidad, son sólo las ruinas de un enclave que por su historia, parece que nunca llegó a asentarse con total éxito... Tuvo una breve época de cierto auge, pero aún en ese espacio de tiempo, nos legó una historia que habla de dificultades, de decisiones, de dudas planteadas hasta hoy...

Iremos por partes... La primera vez que tomé contacto con el lugar venía de alguna de mis excursiones, hará quizas un año. Ya era tarde y la hora y la poca luz me convencieron de volver otro día, pues el lugar y sus ruinas llaman la atención...



Foto del autor: Monasterio de Santa María de Vallsanta


Poco más que el recuerdo de arcos y muros de piedra guardé aquel día, pero ya sabéis que para mí, eso es mucho... El monasterio se halla a un par de kilómetros del pueblo de Guimerà, que también visité y que merece la pena ver, pero que dejaremos para otra posible ocasión, ya que si voy enlazando, la entrada ya de por sí grande, se haría eterna.


Foto del autor: Guimerá, a dos kilómetros escasos del monasterio, y una vista parcial
de "La Vall del Riu Corb"

Tanto uno como otro se situan en "La Vall del Riu Corb", que viene a significar "Valle del río Cuervo", pués en catalán, valle es de género femenino... Toma el nombre del río que por este paso, -entre sierras de baja altitud-, discurre.

El caso es que, pese a pasar cerca alguna vez mas, siempre fuí posponiendo la visita, hasta que hace unas semanas tuve el placer de ver un programa de televisión acerca de este lugar. Se trata de un espacio dedicado de forma sencilla e interesante a la arqueologia y que en clave de humor suave y sobre la base de incógnitas históricas o cuestiones de interés, nos lleva a lugares de la geografía de esta tierra y nos presenta trabajos de excavación y su metodología y conclusiones. Se denomina "Sota Terra", (Bajo Tierra), y es una emisión que si se hiciera llegar de forma más popular y extensa, despertaría, creo yo, mucho interés y espectativas, quizás entre la gente joven también. Bueno, no me alargaré más, pero debo decir que el equipo de trabajo hace un gran papel, y os invito a buscar mas información de este programa, pues en internet encontraréis diversos capítulos e información.

El lugar estuvo cerrado al público y abandonado completamente largos años y recientemente sufrió obras de conservación (no restauración) y limpieza, despejando el enclave y permitiendo trabajos de excavación. Aún ahora esta cercado, pero es accesible y me atreví a colarme por las vallas...


Foto del autor: Dentro del recinto, una nueva vista de las ruinas, despejadas tras recientes trabajos.

Tras ver el programa que comentaba y después de documentarme un poco más, resultó que hacer este pequeño reportaje sobre el enclave me superaba, pués existen mil detalles e historias acerca de él, -como por otra parte, sobre cualquier tema si te interesas-, de forma que pese a la extensión de esta entrada, habré de resumir bastante, perdiendo encanto... Espero que aún así, os pueda resultar de algún interés.

Nos habremos de remontar hasta el año 1.231 para averiguar que este convento, es continuador de una comunidad de monjas cistercienses que habitaban en un cenobio anterior, el de Santa Maria de La Bovera, que al parecer no reunia condiciones suficientes para seguir habitado, sobre todo por la falta de agua. Así, la comunidad abandonó esa localización y se distribuyó entre varios conventos, uno de ellos, este que nos ocupa. Su construcción se inició en 1.235 y hacia el año 1.237, el papa Gregorio IX autorizó el traslado.  

Foto del autor: Vista de la nave principal del templo, sugerente por su
espectacular arco y altura de los muros.


El abandono de un convento y la total ocupación del otro se alargó quizás hasta el año 1.246, en que Santa Maria de Vallsanta contaba con una comunidad de 23 monjas. Cabe citar y es algo que me llama la atención, que en esta época y hasta bastante más adelante, las monjas no habitaban el monasterio sino que vivían en casas particulares y se reunían para los servicios religiosos en la iglesia, la sala capitular y el refectorio.

Es complejo resumir en pocas frases la historia subsiguiente... Durante el siglo XIII el monasterio tuvo bastante actividad, impulsado en sus inicios por la abadesa Agnes de Guimerá, que se supone enterrada en el mismo lugar.
Hacia 1.272 se doucumenta que el rey Jaume I financió el claustro, pero no se tenían pruebas de su existencia real e incluso se atrubuía a esta referencia histórica el claustro del monasterio, -también del Cister-, de Santas Creus.

En los años siguientes, se establece una capellanía gracias a las donaciones testamentarias de Geraldona de Timor, y a lo largo del s. XIV concurren diversas aportaciones de familias nobles locales, como los Guimerá, Alemany o Llorac, que reciben sepultura en el recinto o que por sus aportaciones, reciben misas y oraciones para la salvación de sus almas, cosa muy apropiada a la época en que nos situamos.

A este periodo, mediados del s. XIV, corresponderían los restos del templo que venimos viendo, y que se considera el segundo que ocupó el emplazamiento, existiendo antes un edificio más modesto.


Foto del autor: Interior del templo. Aún se conserva parte del suelo empedrado
y la zona elevada correspondiente al altar.

Otro suceso curioso ocurrido a lo largo de esta época, es que se conservan documentos de donaciones para obras que nunca se llevaron a cabo, incluso de un dormitorio común del que no se tiene hoy en día certeza de su existencia. Así mismo, diversos restos arqueológicos hacen pensar que la nave del templo es más pequeña de lo que se preveyó al inicio... De hecho se observa cierta desproporción entre la longitud de la nave y su altura... Todo ello nos habla, siempre con un "quizás", de posibles penurias económicas de la comunidad religiosa, o de otras razones que nos son desconocidas... Ya os decía que este monasterio nunca llegó a ser "consolidado" ni demasiado, (tambien "quizás"), afortunado...

Se suceden los siglos XIV y XV con una actividad de cierta importancia, no exentos por ello de profundos problemas...

En 1.348 el monasterio sufre una grave epidemia de peste, que diezma a la comunidad... Este hecho se repite en 1.403, año en que sólo restan una madre abadesa, una madre priora, una sacristana y dos hermanas. Los años siguientes son de supervivencia y de oscilaciónes en la suerte de la comunidad.

Ya en el s. XVI, la crisis de la baja edad media, la reducción del soporte de la nobleza al clero y otras circunstancias hacen que en el monasterio, -hacía el año 1.532, según el informe de un visitador de la orden del Cister-, sólo "malvivan" en el monasterio una abadesa y siete hermanas. Y ya por fín, en 1.589, otro visitador de la orden, Francesc Oliver de Boteller, llega a Vallsanta y constata que sólo tres hermanas, sin priora ni abadesa, residen en el enclave, por lo que se da orden de abandonar definitivamente el lugar.


Foto del autor: Vista del conjunto de restos del monasterio, mezclándose las diferentes épocas en ellos.

El golpe final llega en 1.594, cuando la señora de Guimerà, Anna de Aragón, cede en arrendamiento las tierras de Vallsanta a Joan Gavaldà, encomendándole el cuidado de los edificios monásticos. Pese a ello, el abandono se adueña del lugar y ya sin cuidados y por completo deshabitado, el conjunto inicia el deterioro que lleva a las ruinas actuales.

No sé si os parece, como a mí, que no fué este lugar demasiado afortunado... Cuesta poco imaginar, (con todos los peros que se quieran objetar a los usos y costumbres de la época), una serie de altibajos continuos a lo largo de los siglos y el esfuerzo y la lucha de unos y otros por mantener un lugar que nunca fué demasiado sólido... No cuenta la historia grandes anécdotas del lugar, ni si se hizo gran bién o gran mal entre sus muros...

Afortunadamente, suelo documentarme después de visitar los lugares que os describo, pués el buen tiempo y el lugar me ofrecieron una mañana agradable, que no se vió afectada por la historia del lugar, que aún no conocía.



Foto del autor: El día soleado y el buen tiempo de la primavera ya entrada,
alegraban las ruinas de Vallsanta.


Aún hoy, como imagino que en otros tiempos, -pués era costumbre que los monasterios se dotaran de tierra de labor en propiedad-, existen cultivos entre el conjunto en ruinas y el pueblo en que se sitúa.



Foto del autor: Entre las ruinas y el pueblo, posiblemente como antaño,
se extienden aún tierras de labor a lo largo de la ribera del rio.


Visto queda el aspecto del lugar y más que mermada por mi escasa capacidad, hemos entrado un poco en la historia que sus piedras nos cuentan...

Tengamos ahora presente, antes de seguir paseando por entre los muros, los objetivos que el estudio arqueológico pretendía... Al excavar, se esperaba llegar a demostrar la existencia o no del misterioso claustro que el rey Jaume I financió y del que no se tenían noticias, así como del dormitorio común o al menos, dependencias habitables del monasterio, que tampoco quedaban claras.

También se pretendía hallar la tumba de la abadesa impulsora de los inicios del convento, Agnes de Guimerá, que se suponía enterrada en este lugar pero sin confirmación alguna hasta nuestros días, y observar en lo posible los diversos detalles de la construcción y su significado...

Permitidme ahora que yo lo mezcle todo mientras procuro enseñaros el lugar... No he podido encontrar un plano de las zonas y dependencias del monasterio, así que si sentís interés, habréis de ir jugando con las diferentes imágenes para situaros en el conjunto...

Antes de entrar a la nave, a su derecha e inmediatamente tras la columna más alta, en la siguiente foto podréis observar al pié de los muros, un espacio rectangular, ligeramente más hundido que el suelo del terreno...

Foto del autor: Vista del templo y restos anexos...


Aquí os ofrezco, desde otra perspectiva, una imagen mas detallada... Se trata de los restos de la sala capitular posiblemente. En su subsuelo se hallaron varias losas sepulcrales y en una de ellas, aparecían los escudos de familia de los Guimerá...



Foto del autor: Restos de la sala capitular, tras ser excavada, Se hallaron varios sepulcros, conforme a las costumbres de la epoca en dichos recintos, pertenecientes siempre a personajes distinguidos...


Se pensó que este era el lugar de reposo de la primera abadesa... Sota Terra y su equipo procedieron al levantamiento y excavación de la zona... Las losas fueron transportadas al museo de la región que ya contiene otros restos de Vallsanta.


Imagen de TV3, programa SOTA TERRA


Bién... no se pudo determinar con precisión que esta fuera la tumba de la abadesa... Los sepulcros contenían restos de mas de una persona, posiblemente de varios familiares. Todo parece indicar que sí es esta la localización, pero la diversidad de restos impide precisarlo... Habremos de creer que entre otros, es probable que aquí llazca Agnes de Guimerà, primera abadesa de Vallsanta.


De la misma manera, excavando unos centímetros en el suelo, aparecen junto a la entrada del templo restos, (sobre todo un muro rectilineo alineado en el mismo sentido que la iglesia), que dentro del conjunto de vestigios sí dan a entender a los expertos que Vallsanta dispuso de un claustro dentro del conjunto monástico, si bién este se halla completamente derruido. Esta es la imagen más próxima que puedo ofreceros de los restos del claustro, apenas nada...


Foto del autor: restos excavados que confirman la existencia de un claustro en
Santa María de Vallsanta.


Pasamos ahora al interior de las dependencias... Numerosos detalles nos hablan de modificaciones en la construcción... Antes de entrar, visto el edificio de frente, numerosos detalles como el embaldosado, la longitud y altura de los muros y la posición de los elementos, indican a los expertos que la nave es en realidad más pequeña de lo previsible..


 
Foto del autor: La impresionante portada, con el gran arco de piedra, hoy apuntalado, debiera enmarcar una nave de mayor longitud... Parece ser que problemas económicos hicieron reducir el templo y, mas que posiblemente, dejarlo inacabado...

Veamos otros detalles del interior, sin pararnos ya en demasiados datos que no controlo lo suficiente...


Foto del autor: Restos de un arco, integrado posteriormente en un muro ya derrumbado...
¿restos del primer templo? ¿modificaciones sobre el segundo edificio? En esta zona, los arqueólogos
hallaron construcciones colindantes  de diferentes dataciones.

Foto del autor: Vista del arco desde el interior del templo.

El templo contiene diversas capillas laterales, y profusión de nichos y hornacinas en suelo y muros...

Foto del autor: Capillas laterales
Foto del autor: Trabajos en piedra



















Una de las capillas laterales, a la derecha si miráramos hacia el altar, contiene un arco de entrada al templo, pero un segundo muro parece tapiarlo... No conozco los detalles de esta modificación o si corresponde al aprovechamiento de alguna otra estructura o a su comunicación con otra dependencia.

Foto del autor: Capilla lateral con acceso tapiado..

Desde el exterior, este es el aspecto de dicha entrada:


Foto del autor: Entrada al parecer tapiada.

Dignas de contemplación son las tres capillas del ábside, (cuyo conjunto ya hemos visto en imágenes anteriores), tras el altar, y los ventanales situados sobre ellas.. Os acompaño  imágenes que tomé, algo más detalladas. Vale la pena fijarse en el trabajo en piedra, en cómo se adaptan los arcos y bóvedas que dan belleza y resistencia a la construcción.


Foto del autor: Capillas del ábside...

Foto del autor: Trabajos en piedra.

Es una verdadera lástima que no haya llegado hasta nosotros nada del techo de la nave, pués con su altura, debía ser impresionante la construcción. Debemos tener también en cuenta que el hecho de que se conserve en pié, no significa que el grado de acabado fuera ése... Las piedras aparecen erosionadas, desencajadas y sin rastro de recubrimiento...

Encontramos también en las paredes, en lugares visibles, escudos labrados en piedra, que se suponen correspondientes a las familias de la nobleza que apoyaban y daban sostenimiento a la construcción y al conjunto monástico:


Fotos del autor: Escudos heráldicos en piedra... Observar la curiosa
marca de la piedra a la derecha de los escudos, podría ser la señal de un cantero...

Foto del autor.
Foto del autor.



















Cabe decir que estos escudos y marcas son de gran ayuda para los expertos a la hora de conocer la historia de los lugares donde aparecen. Las genealogías de estas familias, los registros y la distribución geográfica de estos simbolos a lo largo del tiempo, disponiendo de tiempo y conocimientos que no puede abaracar este blog, narran la historia como si de un libro escrito se tratara.

Como seguro que imagináis, hay mil detalles más en el lugar que merecen la atención... Los grabados de la piedra, mil oquedades en los muros y el suelo, restos de lo que quizás fueron tumbas y piedras desprendidas con trabajos que indican su posición y función... demasiado ya para este pequeño trabajo, pués aún nos quedan por ver cosas de Santa Maria de Vallsanta..

Salimos de nuevo al exterior y rodeamos el templo... En paralelo a él y tras lo que debió ser la situación del claustro, cientos de restos de paredes y arcos llaman la atención, todos derruidos y apenas sobresaliendo del suelo. Pararse a imaginar dependencias y habitaciones, sus usos y su aspecto forma parte del encanto de la visita, pero en realidad sólo con ayuda experta podreíamos leer el pasado que representan...

Foto del autor: Ya podemos ir interpretando mejor el enclave... Con ayuda de esta imagen y lo que ya hemos ido comentando, reconocemos la zona del templo y la parte delantera, cuyos restos deberían haber formado parte de la nave de mayor dimensión... A la derecha, tenemos un campo de restos de edificaciones cuya función no conocemos aún, aunque debieran ser dependencias para usos cotidianos. Reconocemos al inicio de estas edificaciones la sala capitular, donde aparecieron los sarcófagos y en la zona mas plana, a la derecha, localizaríamos el por completo derruido claustro.

Os adjunto un par de fotos de la zona de edificaciones...

Foto del autor: Desde el suelo se alzan las bases de varios arcos alineados, que debieran sostener,
en su momento, un edificio de cierta importancia... Quizás, excavando, descubriríamos su
suelo de piedra enlosado, algunos restos que nos indicaran su función...

Foto del autor: Observamos las trazas de varias edificaciones más. En el
centro observamos lo que quizás pudo ser una cisterna circular, con un caño y una arqueta..
Quizás, fué un silo de grano... Quizás, la boca de un pozo...

Abandonamos ya esta zona que despierta demasiadas preguntas y pocas respuestas a ojos del profano y nos vamos a la parte posterior del templo. Veamos la parte del ábside desde el exterior...

Foto del autor: Apreciamos los contrafuertes que dan solidez al muro y el volumen
exterior de las capillas y su tragaluz.

Acabado de rodear el muro, llegamos a un pequeño recinto encajado entre los muros de la iglesia y la ladera de la montaña... Este lugar fué utilizado como cementerio de la comunidad, posiblemente sólo para las personas de mayor rango...


Foto del autor: Apreciamos aquí el cementerio del templo... Desde la parte delantera, un arco da acceso.
Hacia el final de la pared, observamos unos nichos en el suelo.... Actualmente se accede desde la parte posterior, bordeando el templo. Observar, al fondo, el montón de ruina que procede del derrumbe de la construcción, y que se acumuló allí tras los trabajos de adecuación.

Veamos más de cerca el lugar, pués en su momento, deparó una de las sorpresas no esperadas de la excavación del equipo de Sota Terra.

Foto del autor: La necrópolis del conjunto. A la izquiera, nichos en el suelo,
junto a los muros. Siguiendo el espacio, llegamos a un arco que, en su momento,
 debió dar acceso al cementerio.

Foto del autor: Acceso al cementerio desde la parte delantera
de la iglesia. El arco se halla hoy apuntalado e inaccesible desde el
templo, salvo que seas buen trepador.

Foto del autor: Detalle de los nichos de piedra, en el suelo y junto al muro.
Su construcción denota una cierta preeminencia de los enterrados en este lugar.

En este sepulcro se produjo un hallazgo inesperado. Al igual que en la sala capitular, se buscaba la tumba de la abadesa Agnes de Guimerà...

 Se encontró, efectivamente, un cuerpo, pero perteneciente a Blanca de Montagut, de cuyo paradero no se tenia noticia en la actualidad. Junto al cuerpo, apareció una especie de moneda de plomo, que en realidad es una distinción papal, una "bula" y de las cuales no se han encontrado mas que cinco en toda la península. No se conoce el significado de esta posesión por parte de la religiosa.

Este es el momento del encuentro, recogido del documental de Sota Terra:

Imagen de SOTA TERRA, TV3: Aparecen los restos de una distinguida religiosa, Blanca de Montagut.

De nuevo, este pequeño enclave religioso proporcionaba detalles y presentaba más incognitas... La mezcla de haberlo visitado de paso una vez, de ver posteriormente este documental y volver a visitarlo mas detalladamente tras conocer ese programa, más la somera documentación que luego he realizado, han hecho de esta visita algo especial, pués la historia lo ha hecho más cercano, más vívido...

Nos queda aún una pequeña visita... No se ha conseguido documentar la existencia del dormitorio comunal que se financió en el s. XIII, pero esto no quiere decir que no existiera. Son muchos los restos y la historia que quedan por desentrañar en Vallsanta.

Al otro lado del terreno, del claustro que debió efectivamente existir, se encuentran los restos de unas dependencias que, por el conocimiento que se tiene de la época, son unas viviendas, modestas hasta cierto punto, compuestas de dos habitaciones y no es seguro si contaban con algún piso aparte de la planta.

Pudieron ser las habitaciones de las sucesivas prioras y abadesas, ya que se remontan al inicio del monasterio. Se desconoce si toda la comunidad pudo ser alojada de esta manera.

Foto del autor: Al otro extremo del asentamiento, se distingue la traza de varias viviendas...


Foto del autor: Podemos distinguir los portales de acceso y los muros que delimitan cada vivienda.


Foto del autor: Esta es la situación de las viviendas en el conjunto. Vemos los dinteles de paso de una a otra habitación y las dimensiones en que la vida de estas religiosas transcurría. podemos imaginar la vista que del templo, disfrutaba Agnes de Guimerà, entre tantas tribulaciones...

Bueno, ya vamos llegando al final de esta larga entrada. Hemos dado un paseo tanto entre muros y piedras como entre siglos transcurridos. Vemos que este pequeño enclave encerraba cuestiones y como la arqueología los trata, como vamos sacando a la luz fragmentos de historia que a su vez nos plantean mas retos... Mil detalles entre las piedras, mil situaciones en el paso del tiempo... Existió el claustro, y la tumba de Agnes, aunque no sabemos identificarla, pues los retos humanos son de varios enterramientos... Se completó la historia de Blanca de Montagut al saber donde finalizó sus dias y sigue en el aire la existencia de un dormitorio comunal donde habitaba la comunidad religiosa.

Ha sido laboriosa esta entrada y posiblemente no haya sido bien narrada... Hemos pasado rapidamente sobre los hechos, para hacernos la composición de que Vallsanta no parece haber sido un lugar afortunado... En cinco siglos nació, permaneció y entró en declive, con su templo mas pequeño de lo adecuado, quizás incompleto pero impresionante en su sencillez gótica.

Por eso, cuando paseas por estos lugares, conozcas más o menos detalles de su existencia, pasar las manos por sus piedras es sentir y saber, es imaginar cuantos significados y hechos han debido ocurrir... Es zambullirse en otro momento y en otras vidas... y ponerte en tu sitio al comprender que no somos tan importantes, pero que tampoco pasamos sin dejar rastro.

Dejo para el final la visita de lo que Santa maria de Vallsanta es hoy:




Y la reconstrucción de lo que Vallsanta fué, cuando ya en el siglo XIV se había desarrollado y alcanzaba sus mejores momentos...


Reconstrucción 3D del monasterio. SOTA TERRA, TV



Espero que a alguno de vosotros le haya gustado o haya sentido interés por conocer este rincón. He hecho lo que he podido por hacer llegar algo más que cuatro fotos de unas ruinas a pié de carretera... Cada lugar, cada momento, encierran mucho más de lo que a primera vista adivinamos, por eso la imaginación es tan importante y tan importante debiera ser la conservación de nuestro patrimonio y los recursos no sólo para mantenerlo, sino para hacerlo accesible, para que llegue a nuestra gente y para que tengamos los medios para acercarnos a él y conocerlo. esto también debería ser un derecho en nuestras vidas y nuestras leyes. Si no, es que nos seguimos equivocando.

Vallsanta nos dedicó un guiño al alejarnos, permitiendo pasar por sus ventanales, en muros ya sin techo, el brillo de un sol que lleva mas de 700 años alumbrando su existencia.

Foto del autor: Ya nos vamos, para Vallsanta sólo hemos sido un momento en su existencia.
No obstante, nos regala su estampa aún en pié.
Para nosotros, ha sido una experiencia conocer su historia.


Buenas noches, y soñad con pasados épicos...

Jordi F.