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miércoles, 8 de febrero de 2012

Ante los que saben...

Buenas noches a todos...

Como ya viene siendo costumbre, esta es la hora de irse a dormir, y yo hago todo lo contrario.. Mañana me arrepentiré cuando al levantarme tarde se me acumule la falta de tiempo, pero una escasa ventaja de mi actual situación es que puedo no madrugar demasiado.

Así que, -de nuevo como mala costumbre-, enciendo un cigarro y con el maravilloso sonido del "Adagio" de Paganini de fondo, me asomo de nuevo a esta ventana en la que no sé si proyecto algo hacia afuera, o tan sólo me sirve para confundirme con mi propio reflejo... En todo caso, eso seguro que poco importa.

Es que, veréis, me costaría dormir tras escuchar las palabras que un anciano ha pronunciado. Un hombre de 81 años, y...

"... licenciado en Filosofía y Letras (sección Psicología), por la Universidad de Barcelona y diplomado en Psicología Clínica por la misma. Desde 1982 ha sido catedrático de Psicología Básica en la Universidad Autónoma de Barcelona hasta su jubilación, cuando fue nombrado Profesor Emérito de la misma. Es Doctor Honoris Causa de la UNED.

Autor de numerosas publicaciones científicas, también ha escrito libros de divulgación, destacando los referidos a psicología de la salud y cuidados paliativos para enfermos terminales..."

Ramón Bayés, -ese es el nombre y permitidme pensar que es aconsejable interesarse por sus ideas..-, con más de diez libros publicados, con cientos de publicaciones científicas y aún activo en conferencias, charlas, simposiums y cursos... Oirlo hablar es desbordante, es una obra magistral  viva... Basándose, a lo largo de la entrevista que le hacían, en su libro "El psicólogo que busca la serenidad", tanto sus ideas, como las citas que hace de otros y que sabe enlazar de forma acertada, consiguen imprimir una coherencia y una certeza tal a su discurso que mi primera intención ha sido ponerme a tomar notas... En personas así reconoces al maestro, al profesor, al que enseña... y no cabe en mi intención menospreciar la labor de otros, ni la de nadie.

Aunque me haya extendido, no es, -en esta entrada-, el motivo principal el personaje, no... Lo que quería expresar es una rabia difícil de contener y que he sentido al iniciarse la entrevista y antes de ser capaz de abstraerme en el mensaje, y que casi me lleva a apagar la televisión y dedicarme a otra cosa... Intentaré explicarme.

No siempre, pero suelo ver un programa que emiten en el Canal 33, de la televisión autónoma de Catalunya y que lleva por nombre "Singulars", o lo que es lo mismo, "Singulares" en castellano. Lo presenta, de forma impecable, Jaume Barberà y desde hace ya años trae semanalmente a un personaje que, como el titulo indica, podemos considerar como persona "singular", en la mejor de las acepciones de la palabra.

Pensadores, científicos, filosofos, escritores, profesores, psicólogos o personas que por uno u otro motivo destacan en sus actividades desfilan y en entrevistas educadas, serenas, llenas de sentido, aportan una forma diferente, otro punto de vista sobre el mundo, sobre la sociedad, sobre la actividad humana y su entorno. Por destacar a alguien, yo remarcaría también al escitor y humanista José Luis Sampedro como otro entrevistado que valió la pena escuchar... Lo son la mayoría de asistentes.

Os hablaba de que sentí rabia... y es que no hay derecho a que lo que estas personas pueden aportar sea hoy en día relegado a canales secundarios y en horas de baja audiencia, mientras se nos dirige y acostumbra a la basura que los medios nos vuelcan cada día para adormecer nuestras mentes, y en lo fácil que caemos en esa trampa.

Oyéndolos, escuchándolos, detectas en verdad la sabiduría que el ser humano ha llegado a atesorar y ves que en esa experiencia, en esas reflexiones, están las pistas de un camino diferente de la sociedad, con otras metas, que valora otros objetivos y que eleva a arte el saber detectar el detalle importante sobre las inmensas mentiras en que nos movemos.

Ellos, estas figuras, estos hombres y mujeres, verdaderos triunfadores en su campo, hablan con sencillez, no se adornan ni se pierden en florituras sobre sus personas... Transmiten lo que aprendieron y lo que han sabido y podido aportar y saben hacerlo llegar... Son ellos quienes deberían ocupar senados y congresos, no sólo universidades y son a ellos a quienes deberíamos escuchar. Cuando nuestros políticos ya no saben dar sentido ni guiarnos, deberían estar al servicio de las ideas, de la experiencia y de la verdadera sabiduría que este grupo encierra. Entre ellos, no cuesta nada y bien cabría imaginar gente poco cultivada y sencilla, pero de mente clara y fresca, despejada, aportando el punto de vista que completa el cuadro. Y otro gallo nos cantaría...

Esta gente existe, trabaja cada día y está en nuestra mano saber de ellos y acercarnos a la savia fresca de su reflexión, y quizás entonces descubriríamos que no es tan pesado el oirlos como pueda parecer por sus cargos y ocupaciones. Hallaríamos que sólo por escuchar, por debatir luego de aprendido, también nosotros seríamos algo más sabios, y sabríamos más de adonde queremos ir, y como queremos llegar, y más , mucho más, sobre quién queremos que nos dirija y qué se le debe a cada quién.

Veríamos, seguro, que otra sociedad es posible. 

También es cierto que ante estas personas, yo siento una cierta tristeza, una cierta añoranza por no llegar a ser más de lo que soy, ni mejor... Una envidia, sana pero profunda, de no disponer de la claridad y serenidad de pensamiento suficiente para aportar como ellos aportan algo a la existencia, y el dolor de no haber sabido encaminar mi vida a una ocupación que no se llama trabajo, sino actividad, parte de la vida, y que le daría más sentido. Sabéis que mi maldición personal es no tener más tiempo, no ir más lejos, no ver mas allá...

Dejadme ya, para ir terminando, volver a la rabia que me inspira ver que programas como estos, de verderos valores humanos y humanistas, cargados de sabiduría robada a los años y a la experiencia, fruto del estudio y de la observación, pasan desparcibidos. La rabia que me da que nos eduquen para decir de esta gente "vaya rollo" y poner un programa de telebasura donde un atajo de "don nadies" han llegado a merecer nuestra atención y tiempo libre. Me enfada, me indigna y me humilla que no seamos mejores en nuestra elección, y más me enfada me indigna y me humilla ver que nos dirigen y acondicionan para ello, facilitando todos los medios, horarios y propaganda a las banalidades mayores, para obviar a quién es capaz de hacernos pensar y por ello, poner en duda todo los que nos pasa y nos injuria. Esto siempre fué desaconsejable para el poder impuesto.

Personas que como Ramón Bayés, saben decir y hacer venir al caso frases como "la persona es el viaje" y razonarte  luego con sencillez que no eres tu trabajo, ni tus impuestos, ni tu enfermedad ni tu divertimento, sino todo ello y más que ello, que sólo se entiende la vida como el hecho de vivirla con plenitud, en el presente y en cada gesto y que nada, absolutamente nada está por encima de ello, no deberían aparecer a las once de la noche en un canal sin audiencia. Deberían ser escuchadas en horas en que la gente está receptiva, reunida, y facilitado su mensaje en las escuelas, pues no es remoto su significado ni dificiles de entendimiento sus palabras.

Y en hacer atractiva esta forma de cultura,  en hacerla cercana y convertirla en la base de nuestra enseñanza, en fomentar de verdad el uso de la mente y no el de nuestra productividad tras formarnos específicamente para ello, está uno de los caminos que pueden hacer que la humanidad avance y prospere como algo más que carne de guerras, factorías y almacenes, y a un nivel infinitamente menos importante, estará el fin de mi rabia y, perdonadme el deseo, ojalá el fin de la rabia de muchos otros.

Bueno, la noche avanza, bien seguro que mucho más que yo en mis palabras... Como siempre, constataré que no soy demasiado brillante en mi exposición y que a pocos llego a atraer en mis reflexiones... Por eso os confiaba mi confesión de que me gustaría saber hacer lo que otros hacen, pero al menos, he conseguido que mi ánimo sea mas propicio al sueño... Seguramente, sólo escuchando el "Adagio" también lo hubiera conseguido y no os hubiera sometido a tanto parlamento...

Por ello, mis eternas disculpas y mi mejor deseo para la noche que transcurre. 

Jordi F.