Hola a tod@s:
Tras un período de inactividad en el blog, quizás una de las maneras más agradables de reiniciar estas entradas, sea presentaros un singular lugar que esta primavera visité...
Corría el mes de mayo cuando, buscando algún punto de interés para visitar, recordé este rincón y, -no muy seguro de saber volver a encontrarlo-, salí dispuesto a pasar una tranquila tarde al aire libre... En esta ocasión, elegí la moto para desplazarme... El día hacía apetecible usarla y cómo necesitaba "rastrear" el camino, desplazarme en la moto me daba mayor agilidad.
Como ya sabéis, siempre que hablo de estas excursiones en solitario, por muy civilizada que esté la zona, recomiendo ir minimamente preparados, y sobre todo, si nos dirigimos a la montaña... Así que el pobre cacharro que ha tenido la mala suerte de ser mi cabalgadura, iba cargado:
El Puig de la Bauma o "de la Balma" era el objetivo, y antes de presentaroslo, valdrá la pena explicar la etimología del nombre, pues es muy representativo del lugar. Por una parte, "Bauma" o "balma", en catalán, define un refugio tipo caverna, pero sin la profundidad de una gruta o cueva... Es una depresión en una ladera o pared, que brinda refugio por su concavidad y si es el caso, por su orientación. Protege del clima, ya sea lluvia o viento y, cuando el hombre lo utilizó, su función era la de "abrigo natural". Y por cierto, estas cavidades se han utilizado a lo largo de la prehistoria y, ya en la historia moderna, por gentes que por su modo de vida en ocasiones, o por su nivel de pobreza en otras, encontraron en esta obra de la naturaleza dónde situar su hogar.
En cuanto al significado de "Puig" en este caso encontramos una particularidad: unos atribuyen este nombre al apellido de la familia que lo habita.. No obstante, "puig" en catalán, también es una zona elevada sobre el paisaje, un promontorio, una colina con alguna ladera algo escarpada... Yo me decanto por la segunda interpretación, pero por supuesto, es mera interpretación mia, que encuentro más lógica la interpretación "alto o colina del refugio" que "el refugio de los Puig". En la lengua de estas tierras, para éste último significado, normalmente se diría "La bauma de Can Puig", siendo "can" algo así como "la casa de..." No me hagáis mucho caso que como lingüista sé lo mismo que de todo: muy poco.
Se situa este "Puig", sea cual sea su origen, cerca del pueblo de Mura, bonita población de piedra entre montañas y que conserva un agradable ambiente entre medieval y recogido. Y por cierto, de gente amable, por mi experiencia cuando para tomar un café (sempiterno café para mí), pasé un rato en un bar del pueblo.
Foto del autor: el pueblo de Mura y su paisaje. |
Se encuadra además el lugar en el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, por lo que dependiendo de la época en que visitemos la zona, encontraremos rincones de gran belleza natural y relativamente bien conservados.
En alguno de estos rincones me detuve, para descansar y para observar el entorno... Si bién la zona no se puede catalogar de aislada, si que conserva la sensación de lejanía respecto a zonas más pobladas que a no muchos kilómetros de aquí, existen.
Foto del autor: Un alto en el camino, entre enormes losas de piedra cercanas a un torrente de aún limpias aguas. |
Recorrí a pié, para estirar las piernas, un tramo del rio y aunque es un tópico, los sonidos del bosque y el rumor del agua al correr, invitaban a la calma y la observación... Siguiendo esos sonidos, localicé un pequeño salto de agua...
Y allí descansé un rato, observando el paisaje y notando el frescor que el agua siempre brinda... Aún dediqué un tiempo más a ver de la zona... Era chocante el contraste entre la aridez de las rocas y el verde del fondo del cauce, en un agua completamente transparente...
Y como siempre, los detalles que si te das el tiempo, se hacen patentes...
Tocaba seguir camino, y la carretera, -estrecha pero de fácil conducción-, se introdujo en un pequeño cañón, con el torrente discurriendo en paralelo... Se apreciaban los tonos del fondo del cauce, entre la vegetación de las riberas....
Bueno, ya sabéis que yo me entusiasmo facilmente con el espectáculo del mundo y la naturaleza que lo habita, así que con esta última imagen del río, retomaremos la ruta...
Antes de entrar en el pueblo, debemos dejar el asfalto e internarnos durante unos kilómetros por una pista forestal, en buen estado.. Y sin prisa y con tiempo para ir parando, empezamos a recorrerla con la atención puesta en lo que tras cada curva, el paisaje nos reserva... En lo inmenso, en tan sólo lo grande, y en lo pequeño...
En el borde del camino, -revirado-, entre pinos y campos de cultivo, lo más vulgar y habitual también merece atención, pues es rico en detalles y a veces, sólo a veces, descubrimos matices... Tal vez, una danza...
El dibujo de la mas corriente de las mariposas, observado y no solo visto, no deja de ser una maravilla...
Y tras un recodo, cuando no lo esperas pues la atención va puesta en la conducción y en lo que te rodea, aparece el lugar buscado... No está mal, lo encontré sin perderme !!!
Foto del autor: Vista del Puig de la Bauma desde un recodo del camino... |
Parece ser que la edificación, alojada bajo el voladizo rocoso, data del s. XII y que ya son veintiseis las generaciones que la han venido habitando... La imagen desmerece la realidad, como es habitual, hasta el punto que esta anciana masía está declarada como Conjunto Histórico Cultural.
Se observa, como es natural, que el conjunto posee edificaciones anexas, mas recientes y que quizás restan encanto, pero que para sus habitantes son necesarias y que en el tiempo, se han ido construyendo como mejora práctica. En realidad, parte de la edificación funciona como casa de alojamiento rural y posee varias dependencias históricas, tales como una capilla particular que data del s. XIV (aunque está reconstruida), o un museo con antigüedades, ambientado en la vida en una casa de este tipo.
No puedo ofreceros imagenes en detalle del interior ni en proximidad... Por desgracia, ya el tiempo me apremiaba y aunque en las imágenes no puede aparecer, tronaba en la distancia amenazando lluvia, así que era hora de ir pensando en el regreso... Tampoco tenía la certeza, al ser en su mayor parte una vivienda particular, sobre qué molestías podria ocasionar aparecer en el patio sin ser "huesped". La decisión fué que no me apetecía volver a casa mojado y de noche, así que tomé rumbo al pueblo siguiendo, un poco al azar, caminos entre los árboles... Antes de abandonar el lugar, me fijé en que no menos monumental y quizás, compañero de siglos, algún arbol en el camino merecía ser admirado.
Existen en la zona varias casas rurales que ofrecen alojamiento, y en el cercano pueblo de Mura también se encuentra hospedaje y restauración...
Como antes os comenté, yo me acerqué a tomar un café antes del retorno y pasé unos minutos agradables charlando con quienes, de forma harto amigable, me atendieron.
El regreso fué agradable y sin incidencias que valga la pena rememorar... Por si alguno de vosotros siente interés por saber algo más de este paraje, y en recompensa por haberme apropiado de estas imágenes, (con el discutible objetivo de contaros mis batallitas), os dejo el enlace del Puig de la Bauma, donde algún detalle más podréis conocer, y apreciaréis detalles de la casa.
Tan sólo, dejaros alguna imagen curiosa más de otros vecinos que, como yo, andaban por esos caminos....
Aún, antes de volver al asfalto, tuve oportunidad de robar algunas imágenes que llamaron mi atención... Sé que estos bichitos no cuentan con las simpatias de todos, pero son tan habitantes de pleno derecho como el que más y otra vez lo pensaré: ver de cerca es ver más y es descubrir joyas de color y vida...
Foto del autor: Impactante el vuelo, no? |
Y bien, hasta aquí el pequeño paseo de una tarde de primavera buscando un lugar singular y que, particularmente, me interesó conocer... Resta ya esta noche, daros las gracias si me acompañáis en esta pequeña excursión y desearos el mejor de los sueños... Un pequeño, muy pequeño trozo de mundo más que conocí y que fuí afortunado por tener el tiempo de pararme a mirar. De esta manera, aprendí un poco másy mi ignorancia aún fué mayor.... Es la bendita maldición de que cada cosa, por si misma, enriquece el conjunto y nos deja expectantes de saber y descubrir un poco más...
Hasta otra tertulia...